domingo, 12 de enero de 2025

Recordando la última vuelta

 

Ahora que ya han pasado las celebraciones y los festejos por la última vuelta que ha dado nuestro planeta alrededor de su estrella, no está de más volver la vista atrás y recordar lo que ha sucedido en este periodo de tiempo.

Aunque la verdad es que no hay mucho que festejar con todo lo acontecido en las últimas vueltas. Qué ya estamos un poco hasta los mismísimos de vivir y formar parte de acontecimientos históricos en esta década de los años veinte del siglo XXI.

Así que aquí estamos, habiendo concluido el año más caluroso de la historia, o al menos desde que se tienen registros de temperaturas. Y uno de los años más trascendentales para el mundo en las últimas décadas, al menos según los expertos mundiales.

 

El año comenzó enseñándonos lo que eran los Pellets, y lo que podía contaminar una cosa tan pequeña. Y para que supiéramos que no perdía las mañas de sus hermanos anteriores, nos desayunamos con un atentado del estado Islámico en Irán que ocasionó más de ochenta muertos.

No fue el único acontecimiento violento, que, aparte de atentados múltiples, las guerras han seguido siendo las protagonistas en medio mundo. Empezando por Israel, que ha seguido su ofensiva en la franja de Gaza, donde a mediados de diciembre ya se habían superado los 45.000 muertos, en su mayoría civiles, (64.260, según un estudio de The Lancet) y desde donde el conflicto se extendió a Irán, al sur del Líbano y al sur de Siria, aprovechando su guerra civil y la caída de Bashar al Asad.

Y las negociaciones por un alto el fuego siguen siendo infructuosas con respecto a Gaza, donde aún permanecen retenidos unos 100 rehenes, (34 de ellos declarados muertos por el ejército israelí), de los 251que fueron secuestrados en los ataques que iniciaron el conflicto. Aunque la mediación internacional, tras dos meses de guerra abierta en el sur del Líbano contra el movimiento proiraní Hezbolá, que el 8 de octubre de 2023 había empezado a disparar proyectiles contra Israel, consiguió que se firmara una tregua, eso sí, tras otros 4000 muertos en la zona y tras que el mundo descubriera lo peligrosos que pueden llegar a ser los móviles y hasta los walkie-talkies.

También hubo intercambio de misiles y bombardeos entre Irán e Israel, en represalia por las muertes de varios dirigentes de Hezbolá, tanto en Beirut, en Teherán como en la Franja de Gaza, lo que mantiene activa la amenaza de un conflicto regional generalizado.

Otro de los implicados en el conflicto de la zona es Siria, en la que, tras 13 años de guerra civil, las fuerzas opositoras han derrocado a Bashar al Asad, que había perdido gran parte del apoyo de sus aliados, Irán y Rusia (por estar ocupados en los conflictos con Israel y Ucrania respectivamente). Esto ha sacado a la luz toda una serie de atrocidades y muertes como pocos podían imaginar, y nos ha dejado, para las páginas de la historia, otro nombre asociado a la ignominia de la humanidad: Sednaya.

El país ahora tratará de restañar las heridas dejadas por años de represión, en medio de temores a un viraje hacia un gobierno ultraconservador que limite los derechos de las minorías y de las mujeres.

El dictador corrió a refugiarse junto a su amigo Putin, que sigue en su particular guerra contra Ucrania, de la que apenas ya nos acordamos ni salen noticias en las primeras planas, a pesar de que ya va camino de los tres años, y en la que han entrado en juego misiles estadounidenses y británicos de largo alcance, misiles rusos hipersónicos, y hasta tropas norcoreanas. Lo que unido a la cansina amenaza rusa de utilizar armamento nuclear, hace que siga siendo una espada de Damocles sobre Europa y sobre el mundo.

Pero bueno, estos son sólo algunos de los más de 50 conflictos que siguen activos en el mundo.

 

En enero en nuestro país tuvimos una nevada en Soria que bloqueó a más de 200 vehículos. Y nuestra princesa se estrenó como adulta en la Pascua Militar, iniciando su carrera en solitario, que ha proseguido en este periodo con viajes internacionales y agenda diplomática propia. Por otra parte, y sin salir de nuestra familia real, el 10 de septiembre se filtraban los audios de su abuelo emérito con Bárbara Rey, destapando otro nuevo escándalo que aún colea en los programas de tele inmundicia a fecha de hoy.

El resto de las casas reales también cubrieron diferentes portadas a lo largo del año, empezando con la abdicación de la reina Margarita de Dinamarca, y sobre todo con las enfermedades y desdichas de los Windsor, que según hemos visto, los ricos y nobles también lloran y también pueden enfermar.

 

En febrero asistimos al asesinato de dos guardiaciviles al ser envestidos por una narcolancha en Barbate. Mostrándonos, una vez más, los escasos medios y apoyos de los que disponen y lo abandonados que tenemos a aquellos que intentan defendernos y protegernos a todos. A los que defienden nuestros muros.

 

Y el PP ganó con mayoría absoluta las autonómicas en Galicia por quinta vez.

Y es que este año también ha sido un año de elecciones en todo el mundo. Se calcula que casi la mitad de la población mundial, unos 4.000 millones de personas, han sido llamados a las urnas en más de 50 países.

Entre los comicios estuvieron las elecciones en Taiwán y en el Reino Unido. Y las presidenciales de Rusia, donde Putin volvió a ser elegido, no sin controversia, (por la represión que ejerce contra los que protestan por la guerra en Ucrania, y la muerte del más célebre opositor, Alexéi Navalni, en febrero, en circunstancias turbias en la prisión del círculo polar ártico donde purgaba una larga sentencia por “extremismo”), y ya lleva 25 años en el poder.

También hubo elecciones en Venezuela, en las que Nicolás Maduro se autoproclamó presidente reelecto para un tercer periodo el 28 de julio, en un escrutinio salpicado por la polémica y en la que la oposición presentó un porcentaje importante de actas que demostraban que el triunfo real había sido de Edmundo González Urrutia, que se acabó asilando en España el 8 de septiembre, después de que se emitiera una orden de arresto en su contra, y tras numerosas protestas que originaron múltiples muertos y heridos, y tras que la mayoría de los países americanos y europeos no reconocieran la reelección de Maduro.

En México ganó la presidencia Claudia Sheinbaum, convirtiéndose en la primera mujer al frente de la segunda mayor economía de Sudamérica. Y para comenzar con “buen pie”, prohibió oficialmente al rey Felipe VI asistir a su toma de posesión el 1 de octubre por no disculparse en nombre de la monarquía española por la conquista del siglo XVI. Con lo que el gobierno español boicoteó el evento y no mandó representante alguno. Esto ocasionó gran revuelo en la prensa y en las redes, y sirvió de cortina de humo a ambos lados del Atlántico. Y digo yo, si los individuos somos hijos de los pueblos, y México y España son países hermanos, resulta que españoles y mexicanos somos primos hermanos, o carnales. Primos por sangre, por historia y por cultura. Y primos al fin por ser incautos y dejarnos engañar y timar por nuestros respectivos políticos de tres al cuarto.

Aunque si ha habido unas elecciones especialmente mediáticas y relevantes en el mundo, estas han sido las realizadas para elegir al próximo presidente de los EEUU, en las que ganó de forma aplastante Donald Trump, a pesar de estar condenado penalmente, de estar pendiente de unos cuantos juicios más y de ser presentado por sus adversarios como un peligro para la democracia. Su campaña estuvo marcada por dos intentos de asesinato, por la sustitución de su adversario, el octogenario y deteriorado Joe Biden por Kamala Harris a apenas tres meses de las elecciones, y por el apoyo del multimillonario Elon Musk, (lo que tampoco da mucha tranquilidad).

El caso es que el ya electo Trump, aun antes de tomar posesión del cargo el próximo 20 de enero, ya ha levantado ampollas en China, México, Canadá, Panamá y Dinamarca, con sus declaraciones. Vamos, que sigue en su línea apuntando maneras.

Y también tuvimos elecciones europeas en junio, que ganó el PP europeo, y que confirmaron un avance de la derecha nacionalista y radical en Francia, Alemania, Bélgica, Austria, Países Bajos e Italia. Lo que unido a las victorias o a los ascensos de estos mismos partidos extremistas en las elecciones nacionales en Austria, Francia y Alemania hacen que el escenario de la creación de los estados unidos de Europa, o aún el de una Europa más unida, esté cada vez más lejos. Lo que supone el regocijo de unos y la desdicha para otros. De cualquier forma, malos tiempos para la lírica.

En nuestro país, además de las gallegas también hubo elecciones autonómicas en el País Vasco, donde obtuvo el gobierno el PNV, por los pelos, y en Cataluña en mayo, donde ganó el PSOE y los independentistas perdieron la mayoría absoluta. Y el 8 de agosto Illa era elegido presidente de la Generalitat mientras Puigdemont entraba y salía de España, como Pedro por su casa, en uno de sus actos de prestidigitación propagandística que tanto le gustan a él y a los suyos, aunque esta vez sin la participación del maletero de ningún coche.

 

El 21 de febrero se detuvo a Koldo García, exasesor y chófer del exministro Ábalos, y comenzó, o continuó, otro caso de corrupción política en nuestro país que acabó implicando a Ábalos además de al propio ministerio de transportes, a un puñado de empresarios, a políticos e incluso a miembros de las fuerzas armadas. No ha sido el único caso de corrupción política en nuestro país, que ningún partido puede presumir de honorabilidad plena, con lo que todos se han dedicado al fácil deporte del “y tú más”.

Otro de los casos judiciales del año ha sido el de la esposa del presidente del gobierno, Begoña Gómez, que en abril fue denunciada por el sindicato ultraderechista Manos Limpias por presunto tráfico de influencias. Actualmente también está siendo investigada por corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo profesional. Esto hizo que el presidente se lo tomara como algo personal, y previa carta a la ciudadanía, se gastó los “moscosos” en reflexionar sobre si debía continuar o no en el cargo. Pero tras dejarnos huérfanos de su atractivo durante cinco días, decidió continuar.

Otro daño colateral de este caso fue que el 21 de mayo España retirara al embajador en Argentina, tras unas declaraciones del presidente de aquel país sobre la esposa de Pedro Sánchez, precedidas por otras declaraciones del ministro español Puente contra Milei. Y así siguen deteriorándose las relaciones con nuestros países hermanos.

Aunque hablando de hermanos, también está imputado por malversación el hermano de Pedro Sánchez.

Y también fue imputado el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por su presunta participación en la filtración de correos de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que a su vez está imputado en diferentes delitos de estafa y corrupción.

Vamos, que aquí seguimos con este putiferio de amigos entre todos que es en lo que hemos convertido a la Rex Publica. Aunque como dice Marta García Aller: “No están en peligro en España la democracia y sus libertades, sino la racionalidad de sus políticos”.

 

Y el 22 de febrero, en Valencia, en el barrio de Campanar, un complejo residencial de 138 viviendas ardía, por un fallo en un electrodoméstico y agravado por las condiciones meteorológicas y el revestimiento de aluminio y polietileno, ocasionando 10 muertos, 15 heridos y que 450 personas se quedaran sin hogar. En ese momento se consideró la peor catástrofe en Valencia desde el accidente del metro en 2006. Y es que no sabíamos lo que nos vendría encima a final de año.

 

En marzo se aprobó la ley de amnistía, (no sin controversia, protestas e intentos de declararla inconstitucional), que había que contentar a los independentistas catalanes, especialmente al escapista Puigdemont, y lo que ayer era imposible hoy era necesario para la convivencia. Finalmente fueron amnistiados el 30 de mayo, y varios de ellos pudieron regresar a España, pero no Puigdemont, al que el Tribunal Supremo confirmó que no se la iba a aplicar, con lo que prefirió no arriesgarse y seguir en Waterloo, salvo por alguna escapada puntual y provocativa que ya hemos contado.

 

En mayo se produjo un derrumbe en Palma de Mallorca que acabó con la vida de 4 personas. Y España reconoció como estado a Palestina.

 

En junio, el arzobispo de Burgos excomulgó a las monjas de Belorado que llevaban más de un año recalcitrantes en su cisma, y de episodios berlanguianos que incluyeron criaderos ilegales de perros, falsos obispos, cocteleros y árbitros de boxeo que se hacían pasar por curas, denuncias a la Guardia Civil y procedimientos judiciales en curso.

 

Y también en junio se difundió una de las mejores noticias del año, y es que el Lince ibérico dejó de estar en peligro de extinción y ha pasado a ser sólo especie vulnerable. Pues se ha conseguido pasar de 62 individuos maduros en 2001 a más de 2.000 ejemplares de población total, incluidos linces jóvenes y adultos. Lo que supone un éxito de todas las instituciones y organizaciones que han participado en su recuperación. Y no estaría de más que las medidas aplicadas al lince ibérico, se usaran para proteger a otra especie en peligro de extinción, el político honesto.

 

El 16 de julio se producía un vertido de fuel en las playas de Valencia que, como vemos, las desgracias se cebaron con esta comunidad en este año. Pero no fue el único vertido de hidrocarburos, que en septiembre Gran Canaria sufrió otro.

 

El 17 de julio se aprobó la ley de Pedro Sánchez contra los bulos en las noticias. Que si bien es cierto que cada vez corren más noticias falsas, sobre todo en las redes, ocasionando confusión y que ya nadie se crea nada, estas falacias informativas atacan a todo el mundo, especialmente a la democracia, a la ciencia y a la racionalidad, y no sólo a determinados políticos.

Con todo, las prácticas de las redes sociales han estado vigiladas muy de cerca en todo el mundo en este 2024. Y así, a finales de agosto fue detenido en Francia el fundador y jefe de Telegram, Pavel Durov, imputado por rechazar cualquier tipo de moderación en los mensajes, y en concreto por la pasividad ante la difusión de contenidos criminales.

X, antes llamada Twitter, fue suspendida en Brasil durante 40 días a partir de agosto, después de que su propietario, Elon Musk, (otro que viste y calza), rechazara suprimir decenas de cuentas de extrema derecha acusadas de difundir noticias falsas. El servicio se reactivó en octubre una vez la plataforma cumplió con las exigencias de la Corte Suprema Brasileña vinculadas a la lucha contra la desinformación.

En Estados Unidos se aprobó una ley en abril que obliga al propietario chino de TikTok a ceder antes del 19 de enero de 2025 esta red social, pues según Washington, permite a las autoridades chinas recoger indebidamente datos de los usuarios estadounidenses. Si la empresa no cumple, la plataforma quedará prohibida en EEUU. Veremos lo que pasa.

Por su parte la Unión Europea está investigando si TikTok favoreció posibles manipulaciones rusas en las elecciones presidenciales rumanas, celebradas el 24 de noviembre, y que finalmente han sido anuladas.

 

El 20 de julio hubo una manifestación en Mallorca contra el turismo. Y es que, a pesar de que nuestro país vive fundamentalmente de él, lo cierto es que cada vez dificulta más la vida de las personas que residen en todos esos lugares que tanto nos gusta visitar y conocer.

 

Y en julio también, España ganó la Eurocopa de fútbol, por cuarta vez, con una selección acusada de ser inexperta y multirracial, como si lo fundamental para vencer en un deporte no fuera no perder la ilusión de la juventud, y como si en España no hubiéramos tenido nunca huestes compuestas por personas de toda clase, raza y condición, desde antes de los Reyes Católicos. Como el ejército con el que Bernardo de Gálvez les rompió los cuernos a los Rubios, súbditos de su graciosa, en la guerra de independencia norteamericana, que eran de tres continentes, y de casi tantos colores como el Arco Iris. Así que, a los racistas ¡qué les den!

También ganó Alcaraz en Wimbledon. Aunque el acontecimiento tenístico del año ha sido la retirada de Nadal. El 19 de noviembre fue el día en que se despidió de este deporte tras una carrera legendaria de 23 años. El rey de la tierra batida, la leyenda del tenis español, el campeón de 22 Grandes Slams, entre otros 92 títulos de la ATP, dijo adiós a las pistas de tenis. Otro acontecimiento luctuoso de esta vuelta.

Pero el principal evento deportivo del año fueron los juegos olímpicos y paralímpicos en París. Independientemente de los éxitos y de los fracasos deportivos, de las injusticias sufridas, del regreso de Céline Dion, de ver a dos grandes de la historia del deporte, Zidane y Nadal, pasarse el fuego olímpico, de un pebetero en forma de globo aerostático que asombró a todos, de las ceremonias controvertidas, de la contaminación del Sena, del esplendor de toda la ciudad que se convirtió en estadio, de un tirador turco que nos maravilló a todos por su sencillez, del llanto y la ruptura de Carolina Marín, de la parada increíble de una portera de Waterpolo, del regreso de Simone Biles y de su deportividad, del salto hasta los cielos de Duplantis, de Teresa Perales igualando el récord medallístico de Phelps, de las medallas conseguidas y de las que se nos quedaron por el camino... Independientemente de todas las emociones, la conclusión, como siempre, es que, a pesar de todo, en España sólo interesa el fútbol.

 

A finales de julio la Guardia Civil liberó a once mujeres que eran obligadas a ejercer la prostitución en Lanzarote y detuvo a siete proxenetas, en una operación que descubría otra punta del iceberg del tráfico y explotación de personas. No ha sido la única operación de este tipo en este año.

Y es que este 2024 tampoco ha querido privarse de crueldad ni de explotación contra las mujeres, ni por supuesto de violencia de género en la que, además de las 47 mujeres y 9 menores asesinados, hemos seguido enterándonos de toda clase de abusos, acosos y violaciones en todos los estamentos de nuestra sociedad, incluidos los políticos, donde han estallado casos tan mediáticos como el de Íñigo Errejón, que dimitió tras desvelarse diversos comportamientos machistas y de acoso sexual hacia diferentes mujeres.

Pero ha habido un nombre que ha brillado en medio de todo este estiércol, y ha sido el de Gisèle Pélicot. Una mujer que, a pesar de todo lo sufrido, (pues fue drogada y violada por su marido y, al menos, otros 51 individuos), ha demostrado, a pesar de su dolor y de su sufrimiento, lo que es la dignidad, y ha conseguido que la “vergüenza cambie de bando”, hacia el lado de los violadores. Y que el estado francés se replantee las penas por delitos de esta índole.

Aunque recientemente hayamos descubierto con estupefacción, en Alemania, que la atrocidad cometida por el infame del marido de Gisèle, Dominique Pélicot, había creado escuela y había más de 20.000 hombres dispuestos a imitarlo.

 

Y mientras la gente ligaba en los mercadonas con piñas y choques de carritos, a principios de agosto la policía frustraba un intento de atentado islámico suicida que se planeaba realizar en un concierto de Taylor Swift en Viena, aunque hubo que suspender varios de los conciertos previstos en la ciudad, y que formaban parte de la exitosa gira de la cantante y de la Taylor-Swift-Manía que parece aquejar a medio mundo.

Y es que a los islamistas radicales parece ofenderles que las mujeres canten y bailen, y aun que hablen, por no decir que piensen, como se ha visto con la detención en diciembre de la cantante iraní Parastoo Ahmadi, supuestamente por desafiar en un video en YouTube el “estricto código de vestimenta del país”. E incluso a los talibanes parece molestarles hasta la propia voz de las mujeres, puesto que han prohibido en Afganistán que hablen en público. Mientras nosotros miramos y hablamos para otro lado.

 

El 18 de agosto un niño de 11 años era asesinado apuñalado en un campo de fútbol. Y las redes, una vez más, se cubrieron de heces lanzando bulos sobre la nacionalidad y la etnia del agresor.

 

El 3 de septiembre Isabel Perelló fue elegida como presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar esos cargos.

 

El 7 de septiembre Pedro Almodóvar se convirtió en el segundo español que ganaba el León de Oro del festival de cine de Venecia, por “La habitación de al lado”.

 

El 28 de septiembre una embarcación que transportaba inmigrantes volcó durante una operación de rescate frente a la costa de la isla del Hierro en las Canarias, ocasionando que se ahogaran al menos nueve personas y dejando a otras 48 desaparecidas. No han sido los únicos en este año, pues se calcula que unos 10.457 inmigrantes murieron intentando llegar a España, siendo de ellos 451 mujeres y 1.538 niños o adolescentes.

Por otra parte, en el verano, ante la enorme afluencia de inmigrantes, sobre todo a Canarias, se intentó llegar, sin demasiado éxito, a un acuerdo del reparto de los mismos y de su traslado a la península. Y es que se calcula que, en este año, 63.970 inmigrantes han llegado a España de forma irregular, un 12,5% más que el año anterior.

Todo esto ha hecho que la migración se impusiera como la primera preocupación de los españoles, según el CIS. Y que se generen discursos de odio y bulos de todo tipo.

A finales de 2024 se aprobó un nuevo reglamento de extranjería con el que se prevé regularizar a 300.000 migrantes al año, aunque sin consenso.

Independientemente de lo que cada persona piense sobre el tema de la migración, lo cierto es que, como sociedad, no nos queda otra que buscar una solución a este problema y al reguero de muertes, de odio y de miseria que arrastra. Pero, por desgracia, no se ve ninguna solución cercana.

 

Y el 29 de octubre llegó la DANA sobre el Levante español. Y España sufrió su peor tragedia en este año, causada por una gota fría que afectó fundamentalmente a la provincia de Valencia, pero también, aunque en menor medida, al resto de la comunidad Valenciana, a Aragón, Cataluña, Castilla la Mancha y Andalucía, y que ha ocasionado 232 muertos, 3 desaparecidos, que más de 37.000 personas tuvieran que ser rescatadas, una enorme cantidad de heridos y lesionados que colapsaron los hospitales, y enormes daños materiales, tanto en infraestructuras públicas como carreteras, autovías, ferrocarriles, etc., como en propiedades particulares, como viviendas, vehículos (unos 120.000), y edificaciones de todo tipo.

Y la DANA, que por otra parte ha sido la palabra del año en España, ha sacado lo mejor y lo peor de nuestro país. Entre lo peor, los bulos e intoxicaciones informativas de toda clase, porque no, la causa de las inundaciones no fue el desagüe de presas, ni otras teorías conspiranoicas absurdas, que la única que desaguo fue la del embalse de Forata, en el río Magro, por peligro de ruptura, y aun así el caudal desaguado (1000 m³/s) fue menor a la entrada de agua al embalse (2000 m³/s), con lo que se retuvo gran parte del agua de la avenida, y se evitó así una tragedia aún mayor; Los saqueos de desalmados que aprovecharon el caos reinante; La descoordinación entre los diferentes gobiernos, que intentaron echarse la culpa unos a otros, y su incapacidad para primero prevenir, después paliar los efectos de la catástrofe y finalmente la lenta respuesta que tuvieron para hacer llegar los servicios de emergencia y las ayudas, (por no hablar de donde estaba el presidente de la Generalitat mientras Valencia se inundaba); Y sobre todo, la sensación de abandono y desamparo que sintieron todas las víctimas, fundamentalmente en los primeros días.

A cambio de eso surgió la solidaridad desde todos los rincones de la provincia, de la comunidad y del estado español. Primero con una marea de voluntarios que, olvidándose de sí mismos y ofreciendo su esfuerzo y su tiempo, se lanzaron con palas y cepillos a limpiar toneladas de lodo, a repartir agua y suministros, y sobre todo a consolar y a ayudar a todas las víctimas. Y esa marea surgió de esa generación de jóvenes, que llamábamos de cristal, y que nos han demostrado a todos que eran mucho más fuertes, esforzados y sobre todo solidarios de lo que nos habíamos imaginado. Y, en segundo lugar, el esfuerzo de bomberos, militares, sanitarios, miembros de protección civil, y profesionales de todo tipo que, en cuanto les dejaron, se lanzaron a rescatar, a proteger a las víctimas y a esforzarse por reconstruir todo lo anegado.

También vimos protestas descarnadas, contra políticos que no han sabido responder, e incluso contra los reyes. Aunque hay que decir que los monarcas supieron aguantar el chaparrón, y que manchados de barro supieron escuchar, consolar y llorar con los afectados.

Supongo que todo se puede resumir en esta reflexión de Ángel Martín: “Mientras los partidos políticos buscaban como evitar que una tragedia les salpicase más a unos que a otros, decenas de miles de personas de cada puto rincón de España buscaron una forma de ayudar. Ya fuese llevando botellas de agua, comida, pañales, mascarillas, ropa o medicinas o buscándose la vida para plantarse en mitad de la movida con dos escobas o una pala y ponerse allí a limpiar. Decenas de miles de personas no gastaron un puto segundo pensando en si a quien iban a ayudar pensaba de tal o cual manera y simplemente se pusieron a ayudar”.

Pero evidentemente no ha sido la única catástrofe medioambiental en el año, que también ha habido olas de calor, sequías e inundaciones en medio mundo, e incendios históricos en Sudamérica, especialmente en Brasil, donde se arrasaron más de 22 millones de hectáreas. Pero también en Bolivia, Colombia, Ecuador y Chile, donde un incendio en Viña del Mar en febrero causó la muerte de 137 personas y destruyó miles de casas.

 

En noviembre se realizó la mayor operación antidrogas del país, que se había puesto en marcha en octubre, y que se saldó con la incautación de 13 toneladas de cocaína ocultas a bordo de un buque de carga que transportaba plátanos y que llegó a Algeciras procedente de Ecuador.

 

El 20 de diciembre se produjo un atentado por atropellamiento masivo en un mercado navideño en Magdeburgo, Alemania, que ocasionó 6 muertos y más de 200 heridos. Aunque las informaciones sobre las motivaciones del terrorista son, cuando menos, confusas.

 

Para fin de fiesta ha salido a la luz la noticia de que China está creando un ejército de más de un millón de robots, controlados por Inteligencia Artificial. Y viniendo esta noticia de donde viene, y cuando el país asiático sufre una severa desaceleración económica, agravada por una crisis inmobiliaria y un débil consumo interno, que no parece mejorar con las medidas lanzadas por su gobierno, y sobre todo cuando está en serias disputas comerciales con EEUU y con la Unión Europea, pues no la hacen precisamente halagüeña.

 

Y para demostrarnos que el 2025 ha cogido con fuerza el relevo de su hermano precedente, lo hemos iniciado con 5 muertos en Berlín por la locura y el vandalismo de los alemanes en torno a la pirotecnia, en las celebraciones del nuevo año, y con otro atentado por atropellamiento, el 1 de enero en Nueva Orleans, este sí, sin duda islamista, que ha causado 14 muertos y más de 30 heridos. Lo dicho, malos tiempos para la lírica.

 

Y aquí estamos de nuevo, iniciando una nueva vuelta que parece seguir los pasos de las precedentes. Así que con poca fe en que el panorama mejore.

Pero al menos, y tras la DANA, descubrimos que quizá no estemos todavía condenados, porque esta vez no es que no hubiera 10 justos en Sodoma, es que hubo decenas de miles. Con lo que, a pesar de todo, de las guerras, de las catástrofes, de los atentados e incluso de nuestros políticos, aún se puede tener confianza en la humanidad y podemos creer que aún hay esperanza.



Publicado por Balder

2 comentarios:

  1. Maria Luisa Isidro San Juan12 de enero de 2025, 11:46

    Los datos de los muertos de Gaza son más que dudosos (dudados hasta ve por la ONU), primero porque las cifras las comunica el Ministro de ¿Sanidad?, es decir, HAMÁS. Segundo: no hay periodistas internacionales (¿imparciales?) en Gaza y, tercero, ¿cómo se distinguen los “combatientes” de HAMÁS de los “civiles”? Así que no, no es fácil que nunca llegue a saberse realmente el número de muertos gazatíes, menos aún “civiles”.

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    1. La cifra de 64.260 es de un estudio reciente de The Lancet, que no sé si será objetivo, pero es lo que hay.

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