La yaya

          Hoy tenemos la suerte de publicar en nuestro blog el texto ganador del XVIII Concurso de Microcuentos CientoCincuenta 2024, organizado por el Ayuntamiento de Graus, y cuya temática este año era "La Solidaridad".

          Primero en el idioma en que fue escrito originalmente, la Fabla, y después en su traducción al castellano. Esperamos que os guste tanto como a nosotros.

En Fabla:

          Si cerro els uellos aún puedo olorá aquel pan que febas de más pa que ixa vecina, que no teneba a ninguno, no pasase gana; si els cerro más fuerte veigo a ixe ninón agarrase a la teta de la que, desde ixe día sería la suya mare de leche; veigo tamé ixe pllato de patatas fritas que febas pa merendá porque eba el concieto del nieto chicó, mal comedó, que no queribas que se t’arguellase. Y puedo veyé el devantal a cuadros con una pocha inmensa que guardaba tó lo que eba preciso pa cuán alguno el necesitase, desde una agulla de cusí, hasta bell llamín pa consolá las glarimas de cualquier ninón que se t’acercase plloran. Y me’n sobran los diccionarios, me’n sobran los titulares de los periódicos, m’en sobran las palabras de los poderosos… porque la solidaridad vivía en las mans curtidas de la mía agüela.

En Castellano:

          Sí cierro los ojos aún puedo oler aquel pan que horneabas de más para que esa vecina, que no tenía a nadie, no pasara hambre; sí los cierro más fuerte veo a ese bebé agarrarse a la teta de la que, desde ese día, sería su madre de leche; también puedo ver ese plato de patatas fritas que hacías para merendar porque era el capricho del nieto pequeño, mal comedor, que no querías que enfermarse. Y puedo ver el delantal de cuadros con un gran bolsillo que guardaba todo lo que alguien pudiera necesitar, desde una aguja de coser hasta algún dulce con que consolar a cualquier niño que se te acercase llorando. Y me sobran los diccionarios, me sobran los titulares de los periódicos, me sobran las palabras de los poderosos... porque la solidaridad vivía en las manos curtidas de mi abuela.

María Blanca López Franco