Llega por fin el otoño a trompicones, entre lluvias y borrascas, arrastrando hojas, ahuyentando libélulas y mariposas, y sembrando setas por doquier.
Setas que pueden ser paraguas y sombrillas para los diminutos animalillos del bosque, o peligrosos manjares mortales para inconscientes e imprudentes gourmets.
Gorro de telaraña (Cortinarius rubellus) |
Publicado por Farela y Balder.
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