Otoño, tiempo de transformación que tiñe los bosques con colores amarillos, ocres y rojizos.
Tiempo de recolección, tiempo de historias y tiempo de recuerdos. De recolección de naranjas y calabazas, de avellanas, nueces y castañas; de historias contadas al calor de la lumbre; y de recordar a aquellos que están lejos, o sencillamente que ya no están.
Tiempo de vendimia, de transportar las uvas al lagar para que duerman en la umbría invernal hasta despertar en primavera transformadas en deliciosos y placenteros caldos.
Tiempo de lluvias, de árboles que se desnudan, de noches que crecen y de días que se esconden; tiempo de remembranzas, de melancolía y de nostalgia.
Publicado por Farela y Balder.
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