domingo, 30 de octubre de 2022

La noche de Ánimas

          Esta noche no sé si quiero hablar de ellos o de mí. No sé muy bien si construir una historia con sus recuerdos y mi memoria o dejar simplemente que la noche me envuelva con el calor de sus tradiciones. Apagar las luces y sentir, tan solo sentir, llenar mi alma de nostalgia, abrir las puertas y las ventanas y encender en ellas un camino de luz. Dejar que cuando todo se oscurezca esa luz ilumine el sendero de los reencuentros, de las ilusiones y las esperanzas. Soñar que por un instante vuelven a resonar en mis oídos las risas de los que ya no están, de los que se han ido. Recordarlos como el que ve una vieja imagen en blanco y negro donde mujeres muy hermosas y hombres de piel oscura curtida por él sol celebran esta noche a mi lado.

          Huele a fuego de hogar, a la lareira con troncos de leña un poco húmedos, suena en mi interior como un eco el estallido de las castañas en la sartén de hierro y si cierro los ojos aún puedo sentir su calor en mi piel y en las yemas de los dedos la textura rugosa del cordón al pasar la aguja por los zonchos para coser ese collar cuyo peso hoy percibo ligero sobre mi cuello cargado de años, encuentros y pérdidas. 

          Cierro los ojos y evocó el huerto y las ventanas, las luces que titilan en el interior de las calabazas, el soplo frío del aire en la cara cuando salgo al camino para ver las de mis amigos y vecinos. 

          Rezo como ellos me enseñaron a rezar, por los que ya no están, por los que se han ido, porque esta noche nos visiten y su recuerdo nos deje en la piel y en el alma un poso vivo, que nos ayude a caminar, un abrazo silencioso que nos de fuerzas para seguir adelante cuando sintamos que ya no podemos más, como ellos lo hicieron, como ellos nos lo enseñaron. 

          Enciendo también la luz de mi calabaza y vuelvo a rezar, porque cuando yo ya no sea capaz de recordar, ellos no me olviden y cada víspera de Todos los Santos sigan encontrando encendida la luz de mi corazón y los guíe para arropar mi sueño. 

          Gracias, por todo, por tanto.



Publicada por Farela

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