A todos nos gusta creer que somos buenas personas. Que somos dignos, respetuosos, justos… Pero en muchas ocasiones esta percepción no es más que la condescendencia y permisividad que tenemos con nosotros mismos. Acciones que no soportaríamos en los demás, las toleramos y hasta las justificamos cuando somos nosotros los que las realizamos.
Incluso aquellas personas que presumen de ser jueces implacables para consigo mismas, transigen determinadas acciones propias e incluso las excusan y aprueban, aunque sean objetivamente injustas o desproporcionadas.
Lo cierto es que, de una u otra forma, hay ocasiones en las que todos nos dejamos seducir por el lado oscuro. Momentos en que un velo rojo cubre nuestros ojos y nos dejamos llevar por la ira desbordada. O peor aún, situaciones en las que nos aflora la mezquindad y realizamos acciones, u omisiones, ruines en mayor o menor medida.
Pero si malo es el no ser capaces de reconocer nuestros errores y nuestros momentos de abatimiento, aún puede ser peor el regodearnos en nuestras miserias y considerarnos infames e indignos de cualquier redención.
Porque todos podemos tener momentos de debilidad, momentos en que el agotamiento, la flaqueza o el miedo nos hacen caer. Pero lo peligroso no es eso. Lo auténticamente nocivo es que nos regocijemos en estas mezquindades y que nos lleguemos a creer incapaces de ser justos y honestos. Que nos dejemos arrastrar por la molicie y que consideremos que somos indignos del bien e ineptos para realizar cualquier acción noble. Y que nos creamos despreciables. Entonces es cuando realmente habremos sido derrotados y el Mal, esta vez con mayúsculas, nos habrá poseído. Y habremos caído bajo las garras del reverso tenebroso de la Fuerza.
El aceptarnos tal cual somos, con nuestras bondades y con nuestras debilidades, sin regodearnos ni en unas ni en otras, es lo único que nos hará estar en paz con nosotros mismos, y sentirnos humanos al fin y al cabo. Porque como decía Nikola Tesla “cuando se separan nuestras virtudes y nuestros defectos el hombre no existe”.
Publicado por Balder
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