Yo soy una mujer

   

          Yo no necesito un príncipe azul que mate  para mí todos los dragones, ni anhelo que me despierte a la vida un beso de amor desesperado. No sueño con que otros cacen ni recolecten los alimentos que me mantendrán viva y no espero que el techo que me cobije lo construyan otras manos.

          Ni soy dependiente ni autosuficiente, yo puedo cuidar las olas si tú vigilas la marea, ocuparnos de las cosas, como cantaba Sabina, cada uno según es nuestro talante, tú lo que tiene importancia y yo todo lo importante…

          Tan solo quiero tener un sueño para compartir, un camino por el que luchar, un par de armaduras que calzarnos juntos para arremeter contra los molinos de viento que nos entorpezcan el camino. Ser alternativamente la luz que ilumina tus rincones oscuros y la oscuridad que precisa de tu luz.

          Aunque sé que tú no eres de ese tipo de hombres que solo ve una misma mujer en todas las mujeres, te vendrá bien recordar que desde el principio de los tiempos existen las hadas y las brujas, las princesas y las plebeyas, las durmientes y las guerreras… y que dentro de cada mujer pueden convivir todas ellas a la vez.

         Así que antes de marcharme te diré, por si decides venir conmigo y para que no te coja por sorpresa; que yo, amor, no soy una princesa, yo soy una mujer…

Publicado por Farela.