Antes solo
éramos raros. Los raritos de la clase.
Porque en lugar
de leer únicamente tebeos autóctonos, nos comprábamos o intercambiábamos comics
americanos de superhéroes en los que los protagonistas, otros bichos raros como
nosotros, vestidos con “pijamas”, o con mallas y leotardos se peleaban contra
otros individuos tan peculiares como ellos mismos. Mi favorito era Spiderman,
marginado y pringado incluso entre sus congéneres.
Porque nos
pasábamos horas interminables jugando en peculiares tableros, o incluso sin
ellos, tirando extraños dados de múltiples caras, en lugar de salir a jugar al
futbol y “a que nos diera el sol”.
Porque leíamos
libros de ciencia ficción o de mundos fantásticos, de autores que no conocía ni
su madre (al menos entre nuestra generación). De tipos como Tolkien, Clark, Dick, o Asimov.
Porque
conectábamos primitivos ordenadores llamados spectrum o comodore o MSX a
nuestros televisores para redescubrir el concepto de juego a un nivel nunca
antes alcanzado.
O finalmente,
porque además de coleccionar cromos, como cualquier otro chaval de nuestra
edad, atesorábamos peculiares artilugios y revistas relacionados con series o
películas o juegos, que según nuestros mayores no tenían ni valores educativos, ni
morales, ni éticos.
Luego pasó el tiempo,
y aquellos comics raros empezaron a popularizarse y a difundirse mediante
series de dibujos animados primero, y mediante películas comerciales después,
en las que incluso salían actores de renombre, (nunca hubo un Luthor como Gene
Hackman, y Jack Nicholson fue un muy meritorio Joker, con todo mi
respeto y admiración para Heath Ledger). Y algunos de esos peculiares juegos
de dados extraños se convirtieron en series de dibujos animados para niños, y
hasta eran mencionados por sesudos señores con corbata en los telediarios de
máxima audiencia, (aunque solo fuera para echarles la culpa de los trastornos
que padecían algunos jóvenes psicópatas). Y surgieron por doquier toda clase de
maquinitas y plataformas en las que practicar videojuegos cada vez más
vistosos, más realistas y más adictivos. Y hasta se hicieron otras películas que
ganaban y acumulaban premios de la academia, o series que se convertían en
fenómenos mundiales, y ya todo el mundo hablaba de J.R.R Tolkien o de G.R.R
Martin, como si los hubieran conocido de toda la vida. Y las multinacionales
descubrieron el merchandising y se dedicaron a producir en cadena mercadería
coleccionable de todo tipo de series, comics, películas, juegos y videojuegos,
y así engrosar sus pingües beneficios a costa de nuestras aficiones.
Y finalmente
salimos del armario y dejamos de ocultarnos, y nos mostramos orgullosamente al
mundo, y no solo en nuestras propias reuniones, como en las convenciones,
comic-cons, salones del manga o demás eventos frikis; si no que en tal día como hoy
hasta salimos a la calle, (incluso de día y bajo los rayos del sol), para
mostramos orgullosos de lo que somos y de cómo somos. Y despojándonos de
nuestras identidades ficticias de individuos grises y anodinos, nos mostramos
al mundo con nuestra autentica personalidad multicolor.
Y se nos unen,
se fotografían con nosotros, y hasta presumen de formar parte de nuestra
comunidad personajes de todo tipo, color o pelaje. Incluso pretenden hacerse
pasar por nosotros gentes que confunden Star Trek con Star Wars, La Liga de la
justicia con Los Vengadores, Chewaka con Groot, o hasta Boromir con Ned Stark.
Parece que
estamos de moda.
Y ya a nadie le
parece raro ir a una exposición de comics, todo el mundo habla de Juego de
Tronos, (aunque no les guste y sea para tener tema de conversación), todo el
mundo juega a algún videojuego o tiene en su casa una videoconsola, o tiene
alguna camiseta con lemas de películas, de series, o de comics, e incluso ya no
resulta raro hacerse un cosplay, (disfrazarse), de alumno de Hogwarts, princesa
Disney, Caballero Jedi, o Superhéroe, aunque solo sea para Halloween.
Hoy en día lo
que parece raro de verdad es no ser friki. Pero no es friki quien quiere sino
quien puede, porque ser friki no solo es un orgullo, sino un título, y como
todo gran poder, conlleva una gran responsabilidad.
Y no os
engañéis, os estamos invadiendo, y en breve dominaremos el mundo.
¡Larga vida al
Friki!
Y ahora visite estos enlaces:
https://www.youtube.com/watch?v=5KbwS6rbvIk
https://www.youtube.com/watch?v=Ne-UgpDrXTs&t=1s
Publicado por Balder
Y ahora visite estos enlaces:
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