sábado, 25 de mayo de 2019

El orgullo de ser Friki 2019


Antes solo éramos raros. Los raritos de la clase.
Porque en lugar de leer únicamente tebeos autóctonos, nos comprábamos o intercambiábamos comics americanos de superhéroes en los que los protagonistas, otros bichos raros como nosotros, vestidos con “pijamas”, o con mallas y leotardos se peleaban contra otros individuos tan peculiares como ellos mismos. Mi favorito era Spiderman, marginado y pringado incluso entre sus congéneres.
Porque nos pasábamos horas interminables jugando en peculiares tableros, o incluso sin ellos, tirando extraños dados de múltiples caras, en lugar de salir a jugar al futbol y “a que nos diera el sol”.
Porque leíamos libros de ciencia ficción o de mundos fantásticos, de autores que no conocía ni su madre (al menos entre nuestra generación). De tipos como Tolkien, Clark, Dick, o Asimov.
Porque conectábamos primitivos ordenadores llamados spectrum o comodore o MSX a nuestros televisores para redescubrir el concepto de juego a un nivel nunca antes alcanzado.
O finalmente, porque además de coleccionar cromos, como cualquier otro chaval de nuestra edad, atesorábamos peculiares artilugios y revistas relacionados con series o películas o juegos, que según nuestros mayores no tenían ni valores educativos, ni morales, ni éticos.
Luego pasó el tiempo, y aquellos comics raros empezaron a popularizarse y a difundirse mediante series de dibujos animados primero, y mediante películas comerciales después, en las que incluso salían actores de renombre, (nunca hubo un Luthor como Gene Hackman, y Jack Nicholson fue un muy meritorio Joker, con todo mi respeto y admiración para Heath Ledger). Y algunos de esos peculiares juegos de dados extraños se convirtieron en series de dibujos animados para niños, y hasta eran mencionados por sesudos señores con corbata en los telediarios de máxima audiencia, (aunque solo fuera para echarles la culpa de los trastornos que padecían algunos jóvenes psicópatas). Y surgieron por doquier toda clase de maquinitas y plataformas en las que practicar videojuegos cada vez más vistosos, más realistas y más adictivos. Y hasta se hicieron otras películas que ganaban y acumulaban premios de la academia, o series que se convertían en fenómenos mundiales, y ya todo el mundo hablaba de J.R.R Tolkien o de G.R.R Martin, como si los hubieran conocido de toda la vida. Y las multinacionales descubrieron el merchandising y se dedicaron a producir en cadena mercadería coleccionable de todo tipo de series, comics, películas, juegos y videojuegos, y así engrosar sus pingües beneficios a costa de nuestras aficiones.
Y finalmente salimos del armario y dejamos de ocultarnos, y nos mostramos orgullosamente al mundo, y no solo en nuestras propias reuniones, como en las convenciones, comic-cons, salones del manga o demás eventos frikis; si no que en tal día como hoy hasta salimos a la calle, (incluso de día y bajo los rayos del sol), para mostramos orgullosos de lo que somos y de cómo somos. Y despojándonos de nuestras identidades ficticias de individuos grises y anodinos, nos mostramos al mundo con nuestra autentica personalidad multicolor.
Y se nos unen, se fotografían con nosotros, y hasta presumen de formar parte de nuestra comunidad personajes de todo tipo, color o pelaje. Incluso pretenden hacerse pasar por nosotros gentes que confunden Star Trek con Star Wars, La Liga de la justicia con Los Vengadores, Chewaka con Groot, o hasta Boromir con Ned Stark.
Parece que estamos de moda.
Y ya a nadie le parece raro ir a una exposición de comics, todo el mundo habla de Juego de Tronos, (aunque no les guste y sea para tener tema de conversación), todo el mundo juega a algún videojuego o tiene en su casa una videoconsola, o tiene alguna camiseta con lemas de películas, de series, o de comics, e incluso ya no resulta raro hacerse un cosplay, (disfrazarse), de alumno de Hogwarts, princesa Disney, Caballero Jedi, o Superhéroe, aunque solo sea para Halloween.
Hoy en día lo que parece raro de verdad es no ser friki. Pero no es friki quien quiere sino quien puede, porque ser friki no solo es un orgullo, sino un título, y como todo gran poder, conlleva una gran responsabilidad.
Y no os engañéis, os estamos invadiendo, y en breve dominaremos el mundo.
¡Larga vida al Friki!


Y ahora visite estos enlaces:
https://www.youtube.com/watch?v=5KbwS6rbvIk
https://www.youtube.com/watch?v=Ne-UgpDrXTs&t=1s


Publicado por Balder

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