domingo, 3 de noviembre de 2024

Valencia y la Dana

Me cuesta mucho escribir estas palabras, porque Valencia me lo ha dado absolutamente todo. Valencia es mi casa desde hace años, y lo seguirá siendo otros muchos, porque a día de hoy no consigo imaginar un lugar donde sea más feliz que aquí. Valencia ha sido el escenario de mi primer amor, y del gran desamor que vino en consecuencia, de fiestas hasta que ha salido el sol, de noches de estudio, de días de trabajo, pero sobre todo, de amistad. Aquí he conocido a algunas de las personas que más quiero y que más importantes son en mi vida a día de hoy. Sólo puedo sentir un profundo agradecimiento ante esta ciudad y sus habitantes.

 Por eso mismo lo que estoy viviendo estos días me rompe el corazón, como a todos los que, como yo, amamos esta ciudad. La situación es mucho más crítica de lo que se ve en los medios. Hay muchos más muertos, mucho más destrozo y muchas más personas que han perdido familia y amigos de lo que se puede llegar a ver. Tengo amigas que han perdido sus negocios, sus casas, sus coches, y lo que es mucho peor, a miembros de su familia. Yo soy una absoluta privilegiada porque tanto yo como las personas a las que quiero estamos sanas y salvas y mi casa no ha sufrido daños. Pero miento si digo que emocionalmente esto no está siendo doloroso a unos niveles que no puedo expresar.

No hay recursos, no hay casi cuerpos de seguridad del estado movilizados, falta personal sanitario en muchas zonas y por supuesto ni rastro de nuestros políticos apartando escombros y barro como estamos haciendo todos los que podemos. Vamos todos caminando durante literalmente horas hasta que llegamos a las zonas afectadas. No hay nadie, nadie que nos coordine y nos dirija. Cada uno con sus amigos intenta hacer lo que mejor puede y sabe. Achicamos agua, limpiamos barro, atendemos a heridos, nos abrazamos, discutimos y lloramos. Sigue habiendo cadáveres tanto de animales como de humanos en ascensores, garajes, casas…. Hay zonas en las que el barro sigue llegando por la cadera. El agua está estancada y tenemos que ir con mascarilla y guantes para protegernos. Podría contaros mil situaciones que me han contado, he visto y he vivido, pero creo que no es necesario. Lo que sí es necesario es que deje de ser el pueblo el que salve al pueblo y nuestros políticos cumplan su promesa de no dejarnos solos y traigan ayuda de manera urgente. Y me da igual el color político y de que parte del país venga.

No quiero que este mensaje de la impresión de que me quiero vender como una bellísima persona, o una heroína, porque solo estoy haciendo lo que estamos haciendo todos aquí. Ayudar. Además, los que me conocéis de verdad sabéis que probablemente esta sea la primera y última vez en mi vida que cuente de manera pública que estoy ayudando de alguna manera a alguien. Porque aprovecho para decir que los actos altruistas se hacen para ayudar, no para quedar bien en redes sociales.

Este mensaje es un grito de socorro para que nuestros políticos manden ayuda. Y para los que me leéis desde otros puntos de España, por favor donad alimentos, agua, mantas, medicinas, dinero… Lo que cada uno considere oportuno. Por favor, estamos agotados pero seguimos luchando día a día todos juntos.

No nos dejéis solos. Gracias.

Pd: Gracias de corazón a todos los que me habéis escrito preocupados. También a los que habéis escrito a mis padres y amigos. Eternamente agradecida. ❤️‍🩹


Publicado por Balderela, nuestra hija.

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