domingo, 22 de mayo de 2022

Día del Orgullo Friki. 2022

 

El próximo 25 de mayo, un año más, se celebrará el Día del Orgullo Friki, o del Orgullo Geek, o el Día de la Toalla, e incluso los seguidores del mundo disco y adeptos a Terry Prachett celebrarán el Magnífico 25 de mayo. Porque, entre otras cosas, el 25 de mayo de 1977, hace ya 45 años, se estrenó Star Wars, la película, (entonces todavía no era ni el episodio IV, ni “Una nueva esperanza”), y hace ya 16 años que en el 25 de mayo de 2006 el Señor Buebo consiguió reunir en la plaza del Callao de Madrid, en España, a trescientos locos que se juntaron para decirle al mundo que estaban orgullosos de sus aficiones, de sus gustos, y de ser como eran. Y la idea cuajó de tal forma que con el tiempo se han ido uniendo a la celebración del día del Orgullo Friki un buen número de ciudades en todo el mundo, desde Gothenburg en Suecia hasta Perth en Australia, y desde San Diego en EEUU hasta Tel Aviv en Israel, pasando por ciudad de México, Nueva York o Budapest.

Desde entonces hasta ahora los Frikis hemos pasado de ser los “raritos” de la clase a ser imitados, seguidos y hasta envidiados. Y mucho más después de las tres temporadas de esta distopía en la que nos hallamos viviendo. Porque ya hemos llegado a la tercera temporada. En la primera vinieron la pandemia y el confinamiento, en la segunda vacunas y conspiranoicos y en esta tercera la guerra y la amenaza del holocausto nuclear.

Así que el próximo 25 de mayo volveremos a celebrar y a disfrutar del día del orgullo friki. Y lo haremos a pesar de esta “serie” en la que estamos metidos, o quizá con más ganas precisamente por ella.

Y lo haremos en primer lugar porque nadie como nosotros entiende el concepto de diversión, de celebración o de reunión. Al fin y al cabo hemos estado donde nadie ha llegado jamás para regocijarnos con la alianza del imperio Klingon y la Federación; hemos viajado a una galaxia muy, muy lejana, para celebrar la caída del emperador en la luna de Endor; hemos estudiado en grandes escuelas de magia y brujería donde festejamos la derrota de magos oscuros y de mortifagos; y hemos asistido en lo alto de la Ciudad Blanca a la coronación del Rey Elessar.

En segundo lugar porque, aunque todos esperamos que estemos en la última temporada de esta serie que nos está tocando protagonizar, no tenemos la certeza de que los “productores cósmicos” no tengan pensado deleitarnos con unas cuantas más en forma de impactos de asteroides, invasiones alienígenas o de apocalipsis zombis. Y los frikis estamos especialmente preparados para enfrentarnos a ellas, porque hemos visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión; rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser; arrasar Mandalor en la Noche de las Mil Lágrimas; a los Caminantes Blancos derribar el Muro; a Smaug el Dorado arrasar la Ciudad del Valle y la Montaña Solitaria; y a Tahnos chasquear los dedos con el guantelete del infinito.

En tercer lugar porque nunca hay que desaprovechar una oportunidad para celebrar cualquier acontecimiento y disfrutar de la vida, por muy mal que vayan las cosas, mientras haya la más mínima esperanza de vencer. Y los frikis sabemos que siempre hay esperanza. Porque no hay rebelión sin esperanza; porque siempre mantendremos la esperanza de encontrar un pasadizo en el fondo de un armario; de recibir una lechuza de Hogwarts aunque sea a destiempo; de formar parte de la tripulación de la nave estelar Enterprise (sin ser un efímero camisa roja”); o la de que llame a tu puerta un mago en busca de un saqueador.

Y en cuarto lugar, y sobre todo, porque si alguien tiene el derecho y el deber de dominar el mundo somos nosotros, los frikis, y no cualquier clase de autócrata arribista, por muy ruso que sea.

Así que preparad vuestro cosplay favorito; haceos previamente y por si acaso un test de antígenos y otro de Voight-Kampff; desempolvad vuestros dados de cuatro, seis, ocho, diez y veinte caras; empuñad vuestras espadas de acero valyrio o de mithril, vuestras catanas, vuestros sables laser, vuestras varitas mágicas o vuestros phaser; montaos en vuestros Mearas, en vuestros Banthas, en vuestos Thestral o en vuestros Tsemus; elevad vuestras jarras y copas rebosantes de Miruvor de Imladris, de Cerveza Romulana, de Jugo Juri de Mos Eisley o de vino de Rejo; y gritad Alassë´ Yen, Quch jaj, Layafat asshekh, Briikase ib´tuur, o Feliz día; Y, de una u otra forma, celebrad el día del orgullo friki como nunca antes lo habíais celebrado.

Pero como un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y aunque no es friki quien quiere sino quien puede, recordad que la necesidad de la mayoría pesa más que la necesidad de unos pocos. Así que acoged en nuestras celebraciones a toda clase de nofris, de muggels y de “personas con capacidades de ocio limitadas”. Porque al fin y al cabo, si quieren intentar unirse a nosotros e imitarnos en nuestras costumbres y celebraciones es que “han dado su primer paso hacia un mundo sin límites”.

Así pues todos juntos, y sin dejar de mirar arriba, por si acaso, a celebrar el día del orgullo friki, y a celebrar la vida. Porque como decía el maestro Yoda: “no guardes nada para una ocasión especial, vivir es una ocasión especial”… Aunque ahora que lo pienso, quizá lo dijera Gandalf… o tal vez fue el Señor Spock… o Dumbledore… o Timón…

Bueno, fuera quien fuera:

¡Hakuna matata! ¡Que la fuerza os acompañe! ¡Larga vida y prosperidad! Y sobre todo, ahora y siempre:

¡¡Larga vida al Friki!!

 

Y ahora si os place visitar este enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=L9GVY98fL7M


Publicado por Balder

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