Vivimos días algo convulsos -aunque como diría la tía
abuela Pamen "¿cuándo no lo son querido?"- o al menos a mí me lo
parecen. Hay demasiadas cosas que no comprendo y que me generan sentimientos
contradictorios. Siento rabia e impotencia frente a todo lo que considero
injusto y no encuentro forma de cambiar. Intento comprender, intento pensar que
todos luchamos por nuestra parcela de confort, y que a todos nos parecen
legítimas nuestras propias armas y desmesuradas las de los demás. Intento no
ver el mundo por la luz polarizada de mis propias lentes, pero no lo consigo.
No puedo. Y eso me hace sentir mal.
En medio del
fragor de la batalla, ayer un amigo me "acusó" de continuar
manteniendo mi amistad con otra tercera persona.
Lo pensé un rato antes de contestar porque dudé si tan
terrible recriminación merecía el esfuerzo de una respuesta. Finalmente decidí
que sí. "YO A MIS AMIGOS LES QUIERO POR SUS VIRTUDES Y A PESAR DE SUS
DEFECTOS". Y mientras las unas pesen más que los otros seguirá siendo así.
Nunca he creído
que el amor es ciego, aunque el apasionamiento quizá si lo sea. El amor se basa
en el conocimiento y el respeto. Uno no puede amar de verdad lo que no conoce
mínimamente, lo que no respeta y acepta por propia voluntad y sin imposiciones.
Con los amigos de verdad te enfadas, discrepas y a veces discutes y otras no.
Son los que tienen confianza para decirte que te equivocas aunque cuando lo
hagan no los comprendas y te siente mal. Son los que te apoyan en tus decisiones
aunque te dejen claro que no siempre las comparten y las comprenden. Los otros,
los que te dan coba, te halagan siempre y te empujan hacia delante aunque
vislumbren el abismo en el que vas a caer, no siempre te benefician aunque en
algunos casos lo hagan con la mejor intención.
Aunque a veces
lo vea todo gris o directamente no lo vea porque la niebla me embota los
sentidos... espero seguir pensando así. Y me gustaría que mis amigos me vieran
y me aceptaran tal y como soy, con mis miedos, mis dudas, mis sonrisas y mis
lágrimas, mi valor y mi cobardía. En fin, con mis luces y mis sombras, como todos
los demás.
Publicado por Farela
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