Sobre los insultos homófobos

Los que emplean el término “mariquita”, “marica” o “maricón” como insulto, sobre todo para achacar falta de valentía, además de manifestar su homofobia, demuestran no tener repajolera idea de historia. Pues no creo que se pueda considerar cobardes a Alejandro Magno, a Trajano, a Adriano, a Ricardo Corazón de León, a Lawrence de Arabia... Ni sobre todo al batallón sagrado de Tebas, formado exclusivamente por ciento cincuenta parejas homosexuales, que fue el único cuerpo militar que derrotó a los espartanos, (los de los 300 y todo eso), en inferioridad numérica, y que sólo pudo ser vencido, una única vez, en la batalla de Queronea, en la que se mantuvo firme, sin retroceder ni rendirse, hasta que todos sus miembros fueron aniquilados.

Y eso sin contar con la valentía que demuestran diariamente todas las personas del colectivo LGTBIQ+ en un mundo como el nuestro.

Así que si quieren insultar busquen otros vocablos más certeros y oportunos del tipo “cenutrio”, “caranchoa”, “gaznápiro”, “berzotas”, “zascandil”, “estafermo”, “escolimoso”, “cosiaca”, “mamacallos” o “tontolaba”.

Y a los fanáticos homófobos que gustan utilizar como insulto las orientaciones sexuales de cada cual, yo les diría que son unos “mondregotes”, “fartuscos”, “mentecatos”, “fainos”, “tarugos”, “lamecharcos”, “bocachanclas” y “bocafiemos”, adjetivos que les vienen todos ellos como anillo al dedo.

Publicado por Balder